martes, 22 de mayo de 2012

EL DESNUDO EN LA FOTOGRAFIA (ESPAÑA)

En medio del tabú y una fuerte represión, el desnudo fotográfico surgió al paso de la técnica misma, lo que lo hizo estar más asociado a las ciencias y a las disciplinas deportivas que a la erótica. Hoy día, ésta es considerada una forma legítima de expresión artística en la fotografía. Sin embargo, no por ello la controversia que está asociada al tema ha desaparecido por completo.

Esto no es inmediatamente evidente, pues en varias academias de fotografía en Venezuela el desnudo artístico es incluido como componente académico a explorar y desarrollar con fines evaluativos.

A ello se le suma el entusiasmo con el que el fotógrafo en general, tanto amateur como profesional, aborda el desnudo como parte de su desarrollo técnico y personal. En otras palabras, el panorama general pareciera indicar que el desnudo en la fotografía goza de la aceptación de aquellos que saben del arte y el público en general, pero basta considerar el lado comercial del asunto para inferir que más allá de lo artístico existe un componente erótico de peso.

En palabras de David Leddick, autor del libro The Male Nude:

“La sociedad impuso inicialmente la comercialización exclusiva de la fotografía de desnudos femeninos, aunque con fines eróticos, bajo el pretexto de ser «artísticas». La mayoría de los hombres no les gustaba la vista de hombres desnudos y ninguno creía que una mujer puede apreciar la belleza se encuentra en un desnudo masculino. Los hombres que si apreciaban la belleza del desnudo masculino eran una minoría.”

Es en esta clara preferencia del desnudo femenino sobre el masculino donde la línea divisoria entre el desnudo artístico, erótico y pornográfico se desdibuja hasta casi borrarse, dando cabida a ciertas preguntas cínicas pero suficientemente válidas que cuestionan la honestidad del artista: ¿Será que fulano lo hace por querer ser más comercialmente atractivo? ¿Será que sutano lo hace porque es un pervertido? Terry Richardson, fotógrafo de reconocimiento y trayectoria, es un ejemplo clásico. Sus detractores piensan que es un pervertido mientras que sus defensores y fans arraigados interpretan su arte como una sátira de la fotografía comercial de farándula, al tiempo que justifican cualquier intento por hacer de su técnica algo más comercial.

Aún así, para muchos fotógrafos y admiradores del arte resulta demasiado perverso considerar la posibilidad de que muchos de sus artistas favoritos puedan expresar falsedad en su obra (Joan Fontcuberta podría quizá pensar distinto). Esto es por lo menos en cuanto al desnudo simple se refiere. En cambio, si se añade un elemento adicional, como el bodypainting, muchos expresan menos reservas al respecto. Quizá es porque esta técnica es ampliamente empleada como técnica publicitaria de una forma “demasiado boleta”, pero genera mucho menos respeto que el desnudo “convencional”.

A pesar de los indicios, no pareciera existir una medida objetiva que permita separar lo artístico de lo pornográfico o simplemente “attention whore” o necesitado de atención, por lo que concluimos esta minúscula revisión sobre el desnudo en la fotografía con la siguiente reflexión: para gustos y sabores… existen los pixeles y, a veces, el grano. Nada es formulaico en la fotografía, y queda por parte de uds. decidir que es lo que mejor les acomoda al espíritu.

Fuente: Blog Corriente Alterna – 8/11/2011 – Autor: Xondra Gálvez.

¡VIVA LA LIBERTAD!

¡VIVA LA DESNUDEZ AL NATURAL!

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