Entrevista a Emili Vives, impulsor hace 13 años del pueblo naturista "El Fonoll" en Tarragona (España).P.- ¿Cómo describiría El Fonoll a una persona que no sabe qué es?
R.- El Fonoll es un pueblo naturista, un lugar en el que todos intentamos convivir con la naturaleza y con los animales armónicamente.
P.- ¿Desde cuándo está en marcha El Fonoll?
R.- El Fonoll es un pueblo milenario, pero hace como unos 13 años que vivimos de forma naturista.
P.- El Fonoll era un pueblo abandonado que sufrió los estragos de la guerra civil. ¿Por qué decidió convertirlo en un pueblo naturista?
R.- Este pueblo ha sido abandonado dos veces. Al 1350, por la peste negra, quedó abandonado mucho tiempo, y en la postguerra, en los años 50, también quedó abandonado. El problema es que también quedó expoliado. El pueblo quedó totalmente arruinado. Lo compré en 1995 y después de un esfuerzo humano y económico considerable durante 8 ó 10 años lo pudimos reconstruir y ha quedado bastante bonito, es un rincón muy bonito del país y de la comarca.
P.- ¿Por qué decidió invertir tanto esfuerzo en poner en marcha El Fonoll?
R.- Esto me cayó un poco en las manos. Realmente era una empresa que me superaba en posibilidades hacerlo yo, pero poco a poco con mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucha ilusión se ha ido solucionando. No he acabado, porque he acabado el dinero antes que el pueblo, pero ya está prácticamente listo y es un proyecto donde vivo con mucho gozo y mucho más feliz que en Barcelona.
P.- ¿Antes de dedicarse a El Fonoll, a qué se dedicaba?
R.- Tengo una pequeña editorial y una pequeña empresa de electrónica. De la editorial no han salido muchos beneficios, pero de la empresa electrónica nos hemos ganado bien la vida durante bastantes años y es lo que nos ha permitido en parte sacar adelante este pequeño proyecto naturista.
P.- ¿Qué tipo de personas acuden a El Fonoll?
R.- Yo siempre digo que a El Fonoll viene la gente 'una mica sortida del ramat' (un poco salida del rebaño), que no es del montón. Viene mucha gente singular, mucha gente que, para mí, es evolucionada. Gente muy interesante y muy diversa. Es un proyecto que quizás no es económicamente interesante, pero sí desde el punto de vista humano. Aquí hemos tenido un capitán de la guardia civil veraneando, un exfranciscano que viene con mucha frecuencia, profesores de universidad, trabajadores... Son personas un poco más evolucionadas en este aspecto, que han conseguido superar el tabú de la desnudez, de enseñar el sexo, aspecto que para mí es una señal positiva en la evolución humana.
P.- Ahora que menciona este aspecto, ¿cree que todavía hay mucho tabú en lo que se refiere al nudismo?
R.- Sí, evidentemente, no hay más que ver las leyes que se están promulgando en Barcelona. Esto es una vergüenza, un atentado a la libertad individual de las personas. Que nos digan si tenemos que ir vestidos o desvestidos... acabarán por decirnos el color de la ropa que tenemos que llevar. Yo creo que la libertad es lo más bonito que hay, y todas estas manifestaciones en contra que hace el poder evidentemente es una manera más de someter a la gente.
P.- Dice que la gente que ha superado estos tabús ha evolucionado más que el resto. ¿Se podría calificar como una filosofía de vida?
R.- Sí es una filosofía de vida. Se dice que el naturalismo es vivir en armonía con la naturaleza, sin barreras innecesarias cuando no hacen falta: si hace frío nos tenemos que abrigar, pero cuando se está bien sin ropa también es lógico no llevarla y disfrutar de los elementos. Yo siempre defino el naturalismo como un gran árbol con muchas ramas. Los naturistas somos ecologistas, normalmente somos vegetarianos, amantes de los animales, nudistas... en cuantas más ramas estás metido, más íntegro eres como naturista.
P.- Qué tipo de actividades referentes a todos estos aspectos ofrece El Fonoll?
R.- El Fonoll tiene una serie de servicios fijos, como los baños de barro o las excursiones, y una serie de actividades. Hacemos muchos talleres: masajes, tantra, energía solar, agricultura biológica, apicultura... toda una serie de actividades que según la demanda, los profesores que conseguimos y la gente dispuesta a hacerla se llevan a cabo. Además, se hacen a precios muchas veces simbólicos: hay talleres que se cobran a 5 euros, un poco para pagar la gasolina del profesor.
P.- A parte de todas estas actividades, hay algún momento del día en el que las personas que están allí se reúnan para poner en común lo que están viviendo?
R.- El problema de El Fonoll es que somos pocas personas durante todo el año, de 15 a 20 personas, y en verano hay fechas en que nos visita mucha gente y podemos ser en un día unas 200 personas. El problema es que la gente va entrando y saliendo: sí surgen muchas amistades y muchos contactos, pero las personas son muy cambiantes y no se puede hacer algo estable.
P.- ¿Puede ir cualquier persona a El Fonoll?
R.- De visita puede venir quien quiera, pero quien se queda tiene que aceptar unas normas de El Fonoll relativas al nudismo, al tabaco, a los ruidos. Normas que para un naturista son elementales, y que los textiles tienen que aceptar.
P.- ¿A qué se refiere cuando dice textiles? ¿Tienen su propio argot?
R.- Los nudistas llamamos a los que no son nudistas textiles. Siempre se ha dicho así. La ropa no tiene sentido si no es para protegerse del frío, del trabajo, para no perjudicarte, pero mayormente no hace falta.
P.- ¿Cuál es la próxima actividad que organizan?
R.- El día 19 tenemos la novena edición del 'cross' naturista de Cataluña, en El Fonoll. Es un día muy bonito porque acostumbra a venir mucha gente, y este año lo hemos incentivado obsequiando con una camiseta y una paellera a todo aquel que venga a correr. Lógicamente es una carrera nudista, exceptuando algunas mujeres que, por tener el pecho muy voluminoso, se atan algún pañuelo o pareo. Fuente: elmundo.es
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